viernes, 18 de julio de 2014

Extracto de la entrevista a Miguel Noguera


Entrevista a Miguel Noguera


Introducción a Miguel Noguera:

No cabe duda alguna que si se habla de Miguel Noguera, se habla de un “personaje” (aunque detrás hay una persona...) bastante, bastante peculiar. Es difícil encasillar su discurso humorístico en ninguna parte, pero tampoco creo que esta deba ser nunca una pretensión última: lo importante es disfrutarlo, es observarlo.
Al entrevistar a Miguel Noguera, uno no puede pretender salir airoso del asunto. Noguera fue muy amable conmigo y convirtió todo en una charla distendida, que espero que fuera de su agrado, de casi 3 horas en las que fuimos más allá de un pregunta-respuesta y en las que se habló de humor, arte y otras muchas cosas. De este modo, la transcripción de la entrevista no era tarea fácil y pierde mucho fuelle pero, aún así, creo que debía hacerla. De todos modos, recomiendo encarecidamente que se oiga el extracto del audio de la entrevista (con sonido ambiental de fondo, pero soportable) que se haya en el siguiente enlace: https://archive.org/details/EntrevistaNoguera-AlexMesa. No dejara indiferente a nadie: 
Antes que nada, quisiera reiterar mi gratitud hacia Miguel Noguera por su amabilidad y disposición a colaborar con su tiempo y sus ideas.



Extracto de la entrevista a Miguel Noguera

(Min 0)

  1. Previamente, he dicho que, bajo ningún concepto, creo que sería oportuno malgastar esfuerzos en tratar de “encasillarte”. No obstante, para calentar motores, me gustaría que me dijeras, ¿Cómo te definirías? ¿Cómo humorista? En ese caso, ¿Cómo definirías tú humor?
Está bastante claro que la gente, en su mayoría, valora lo que ve de mi (sobretodo los ultra-shows y los libros) como humor. Como algo que tiene ver con el humor. Sin embargo, mi apreciación interna y personal es un poco diferente. En mi intención, cuando me levanto cada mañana, no está hacer humor. No es algo en lo que pienso, al menos. No pienso: “voy a esforzarme en parecer gracioso”.
Quizás, la clave de todo está en la forma en cómo trato las cosas (mis ideas) que sí tiene, obviamente, un trasfondo bufonesco, una especie de exhibición de la ignorancia que resulta cómica... Hay algo, también, de ridículo.
Siempre tengo una visión más bien artística de lo que hago. Esa es mi pretensión y eso creo que muestran mis contenidos.
Para mi, en definitiva, el humor es un efecto de lo que hago. No una finalidad en sí misma.

(Min 6:00)

  1. Seguramente, lo que provoca risa, dentro de tu forma de hacer las cosas, es que eres constantemente inadecuado... Para empezar, sueles empezar “por en medio”.
Sí, esta claro. Eso está en lo que hago. Siempre trato, no solo de que resulte imprevisible o inesperado lo que va a suceder, sino que resulte difícil juzgarlo. Solo pretendo que se presente ahí (una imagen, una idea...) y ver qué suscita.

(Min 9:10)

  1. ¿Por qué crees que tú humor conecta con el público?
No es algo en lo que piense mucho. Pero puede que llame la atención de mí el hecho de que, estéticamente hablando, no me tomo nada en serio.
Si todo lo que digo en un espectáculo, lo dijera como si realmente me lo tomara en serio, entonces sí que creo que sería un show muy ridículo.

(Min 11:45)

  1. ¿Definirías tú humor (por mucho que lo veas solo como un efecto, y no como una pretensión) como absurdo? Si es así, seguramente debas matizarlo. Pues no es el absurdo al que se nos tiene acostumbrado...
No sé, la verdad. No es algo en lo que suela pensar. No me gustan los juegos de etiquetas. Y además no veo claro el terreno del pensamiento en el que se mueve el humor. Es poco sólido, quizás.
Sé que algunos de mis referentes son clasificados en esta categoría. Pero cómo no tengo claros los términos, no es algo que me interese.

Si por humor absurdo entendemos como un no saber bien el porqué se provoca la risa, una falta de conexión con unos referentes claros (en contraposición, quizás, a la ironía u otras formas de humor más conectadas con la realidad), pues entonces sí que se puede decir que estoy próximo al absurdo.

De todos modos, no me postulo a mí mismo como un humorista de lo absurdo.




(Min 20:25)

  1. Considero que tú eres una persona que sacas lo excepcional de lo normal. Me explico. Seguramente, la mayoría solemos pensar, con mayor o menor frecuencia, ideas absurdas, rocambolescas... como las que tú apuntas en tus folios. No obstante, pocos podríamos sacarle tanto reedito como tú. Convertirlo en algo tan gracioso. ¿Te costó mucho adaptar esas ideas a un discurso que gustara y resultara coherente?
Sí, bueno. Sólo hace falta ver mis shows de ahora, comparados con los que hacía hace unos años cuando comencé y que no eran sino una serie de actos algo gamberros y muy crípticos en los que no siempre conseguía hacer gracia. De algún modo, eso no se ha perdido del todo, pero sí que es cierto que ahora hay una selección mucho más clara de mis ideas, con el fin de que puedan gustar y resultar más o menos comprensibles para el público. Pero esta selección se produce de una manera bastante natural. Pienso en las ideas que se me ocurren e intuitivamente suelo pensar también en cuáles pueden funcionar y cuáles no.

A veces también hay un espacio para la experimentación. Simplemente pienso: esta idea me gusta y la voy a contar, a ver qué sucede. Aunque, claro está, siempre tiene que haber un bloque, digamos más sólido, que sustente el show, no puedo confiarlo todo a ideas que simplemente me gusten a mi pero que pienso que es más que posible que no produzcan una aceptación generalizada.

(Min 37:05)

  1. Por lo que estás comentando hasta el momento, ¿tú te ves más como artista que como humorista?
Bueno... Siempre he dicho que si me tengo que identificar más con algo, es con un campo artístico, sin duda. No obstante, por más que por formación sea afín, y haya estado próximo a círculos artísticos, nunca he estado dentro del todo.
Mi visión del artista es, de todas formas, romántica. Entendiendo como tal, una visión del artista como algo ajeno, en gran medida, a los círculos donde se “cuece” el arte, un artista también ajeno a la crítica y la recepción, de alguna manera, una visión del artista como incomprendido. Un artista creador, ensimismado en su mundo (pensando que, quizás, el mensaje nunca llegue a nadie... pero que aún así necesita transmitirlo).
Esta visión tiene un punto de ruptura y patetismo pues, al fin y al cabo, el artista solo depende de que el otro (el público potencial) lo acepte. Y esto es algo que se niega a sí mismo al estar ajeno a ello.
Además, es una visión de un artista muy polarizado: se pasa de creerse que es un genio a un desgraciado en un instante.
A mi, por tanto, podríamos decir que el humor me viene como de forma lateral. No me identifico con la forma de pensar y de proceder, del discurso, de la narrativa del humorista.

(Min 40:55)

  1. Desde casi el comienzo de esta entrevista, hemos estado hablando de arte y humor, como dos terrenos muy diferentes. Sin embargo, muchos humoristas de tu generación tenéis en vuestro currículum la titulación en Bellas Artes. Pero da la sensación de que el mundo del arte es muy serio: poco abierto al humor (como es el mundo académico, en general). ¿Te da a ti esa misma sensación? Y si es así, ¿A qué crees que se debe?
Creo que hay de todo. Hay propuestas en el mundo del arte que se relacionan mejor con el humor, y otras que no tanto.
Aunque sí que es cierto que, quizás, el papel del humor está bastante acotado en el arte. Por mucho que exista incluso la figura del artista idiota que se ríe de él y de todos, sí que parece que la obra del artista siempre tiene que tener una salida posible hacia el discurso serio. Aunque se haga una idiotez, tiene que dar pie a que un crítico la formalice de manera seria.
En ese sentido, sí que es verdad que quizás los que, como yo, acabamos entroncando más con el humor (de aquellos que tenemos formación artística), sí que no necesitamos esa aprobación, regulación... No tiene que haber una explicación última que pueda dar el crítico (seriamente) de aquello que hacemos (que yo hago). Suena frívolo, porque lo es.

(Min 48:45)

  1. Atendiendo a las enormes diferencias existentes con lo que tú sueles practicar (diferencias teóricas que, sí quieres, podemos comentar) ¿Qué opinión te merece el humor crítico y/o la sátira?
No tengo una opinión bien formada de este asunto, principalmente porque no es algo que me interese ni tan siquiera como público.
Es interesante ver, por ejemplo, el compromiso que tiene EL ROTO en sus viñetas. También me parece reseñable la función de eljueves o Revista Mongolia.
Pero lo mío es formalismo puro. No se me puede pedir una reflexión sesuda sobre el humor crítico porque es bastante ajeno a mi. No va con mi carácter. Puedo tener una opinión sobre determinadas cuestiones, pero no va más allá. No puedo transformarla en parte de mi espectáculo.

(Min 51:45)

9 . ¿Eres consciente de cuantas veces dices “joder” en tus ultra-show? ¿Es una manera de poder comenzar por “en medio”? ¿Es decir, un recurso para dar rienda suelta a tus ideas sin tener que explicar su origen?

Creo que eso era una manía que tenía sobretodo hace unos años. En los últimos tiempos creo que ha ido desapareciendo. Ya me lo había dicho mucha gente, y consideré que, quizás, era algo feo. En el fondo no me gustaba.
Al principio sí que era un recurso que quedaba bastante natural, y que podía servir, como dices, para poder comenzar (“por en medio”) a expresar una idea. Pero a fuerza de repetirse ya perdió su gracia y su naturalidad. Quedaba ya como una parodia de mi mismo.

(Min 54:40)
  1. En tus ultra-shows a menudo “suspendes” las leyes fundamentales de la Lógica: cambias de tono constantemente (utilizando tonos rígidos, graves y contundentes para temas sin dicha trascendencia), respondes a preguntas retóricas... Umberto Eco, ya dijo que lo cómico es tal porque se viola una regla asumida por todos pero, a diferencia, de lo trágico, esta regla no es explicitada, sino que se da por sabida por parte del espectador. ¿Te da miedo, a veces, no ser comprendido y, por tanto, no provocar risa? En “En el Aire” de Buenafuente, ya dijiste que al tener que vivir ahora de esto... tenías que ser más cuidadoso con lo que decías. ¿Realmente cuanto “filtras” de todo lo que dices?
Lo que realmente me da miedo, cuando me subo a un escenario, es no poder “leer” lo que está pasando en el público. No poder conectar con él y saber cuando algo de lo que digo está teniendo gracia y cuando no. Porque si me falta esta conexión, me falta la capacidad para corregir y para ser oportuno (gracioso) en cada momento.
Si no soy comprendido, no soy comprendido. No pasa nada. El problema está en no darme cuenta de que estoy siendo incomprendido: eso sí que me preocupa.

(Min 62:45)
    11. Bajando un poco el tono intelectual, quería comentarte lo que no es más que una anécdota... Sabes que en un ultra-show en Madrid, estuvieron los que aún eran entonces Príncipes de Asturias (hoy ya Reyes). ¿Hablaste con Doña Letizia? ¿Le gustó tu espectáculo?
Sobreentiendo, del hecho que se quedara hasta el final del show para saludar, que le gustó lo que hice. Pero no recuerdo que me comentara nada al respecto.

Por supuesto, me sorprendió mucho que estuvieran los Príncipes viendo mi espectáculo.
Es indudable que un poco de miedo e inquietud provocaba esa situación. Más que nada por el alcance mediático que esto podía tener (que se me relacionara, para bien o para mal con la Monarquía, cuando no es en absoluto mi intención). Por suerte, no fue para tanto.

(Min 66:45)
  1. Aquellos que desarrolláis una especie de humor absurdo, tenéis una suerte de privilegio que no tienen otros muchos humoristas, sobretodo los más críticos, y es que no recibís tantas quejas y reproches de nadie (en cuanto a la inoportunidad, carácter ofensivo... de vuestro humor). ¿Lo ves así? ¿O aún así crees que tú humor puede resultar incomodo a según que personas ? (que no incomprendido, eso es otra historia).
Supongo que también puede resultar incómodo lo que hago... aunque seguramente no ocurre la mayoría de las veces.
De todas maneras, no creo que sea una ventaja lo de la no-recepción masiva de reproches por lo que hacemos, sino más bien un logro del humor crítico/político haberlas conseguido. Al final, es lo que se busca con esa forma de humor: tocar la fibra un poco, hacer ruido, inquietar, desvelar algo. Así que sí se enfadan, seguramente es porque se va por buen camino.

A nivel personal sí que quizás es un privilegio el no recibir tantas quejas o reproches, pero más que nada porque yo no soportaría que estuvieran todo el día insultándome. Pero entiendo que los que hacen humor crítico buscan adentrarse en un mundo que ya es así, y por lo tanto no les sorprende que provoquen agitación sino que, más bien, les muestra que están haciendo su trabajo como lo tienen que hacer.


Alex Mesa (entrevista realiza el día 16 de julio de 2014).

Nota: Tanto el audio como la transcripción escrita de esta entrevista, puede ser utilizada, copiada... siempre y cuando se cite la fuente original (página web: www.filosofiadelhumor.com) y el autor (Alex Mesa) de la misma.









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